viernes, octubre 21, 2016

¡¡¡VAMOS DE BODA!!!

Llevo dos días sin dormir por la emoción. ¿Sabéis el dicho que de boda sale boda? Bueno, a mí desde mi tierna infancia me han chiflado las bodas. Tanto, que ahora teniendo casi la misma edad de Matusalén, veo videos de bodas por las tardes. Dado que los hijos de amigos ni de una misma se casan, pues yo me conformo con lo que hay. Mi Pepe no remueve la arena no vaya a ser que salte un conejo porque casar, lo que se dice casarse con fastos, cuchufletas y Dj cuesta una pasta gansa y Pepe acaba de leer que la hucha del estado para pensionistas corrientes, es decir él, pues queda para un año escaso y si se nos casan nuestros pimpollos adiós cuchufleta adiós. Casar a nuestro benjamín  a Pepe no le inquieta porque la criatura es muy suya y al ser tan suya no casa. Pero si nuestra jojoya, Peluche, tuviera intención que no la tiene, este querría doble cuchufleta y hasta Dj a la hora del chocolate.
Yo con Pepe de estos temas no hablo, es tan apaisado y cuadriculado, que no entendería mis inquietudes de madre casamentera exprés. Y el caso es que hace dos días me he enterado que mis jojoyas van de boda. ‘¡Qué nervios me han entrado!, vamos que no duermo. Primero emocionada y segundo por las cortapisas que me encuentro en dicha boda, porque lo primero que pensé fue llamar a los novios para que me mandarán por email urgente el catálogo de solteras asistentes a dicho dicharachero evento, pero no tengo confianza suficiente con los novios y, la novia que me entendería, me malicio que está muy ocupada comprando cuchufletas para el día más feliz de su vida.
Entonces, decidí preguntar a Peluche- con su madre se explica como un libro sin letras- que me diera detalles. Me mandó a tomar vientos. Es más, me dijo que lo que mejor podía hacer era cruzar a Perro para que tuviera descendencia. Yo no me callé y le dije” Pero cómo voy a cruzar a Perro si no le gustan las perritas” A lo que me contestó “Pues cómprale una cama nueva”, pero ante mi insistencia me dijo “Mamá vete a la puerta de la iglesia y allí despejas todas tus incógnitas” Pero cómo voy a ir a la iglesia, me llamarían cotilla. Claro que sería lo más positivo, porque vería el catálogo de solteras y sin compromiso que hay in situ y, como conozco los gustos de mi niño mayor y, sobre todo, me conozco a mí misma en días impares, en los pares no me conozco ni yo, pues iría sobre seguro.

Ante mi emoción frustrada y el no saber qué conducta tomar sin que quede estridente y de madre agresiva y”meteloentodo”, a la desesperada he cogido a mi Pepe y se lo he contado de pe a pa. Me ha dejado hablar, él estaba camuflado detrás del periódico, sería para concentrarse mejor en mis inquietudes de madre colocadora de cachorros. Y cuando termino mi exposición espléndidamente argumentada, va y me dice “Fíjate, en este artículo cuenta que los melocotones de Calanda son los mejores, y ayer justamente compre dos kilos”… Me han dado unas ganas de ponerle en la cabeza un melocotonar entero… ¡Puerca miseria!

3 comentarios:

PEPE LASALA dijo...

Jajajajaja, qué arte tienes, dile a tu Pepe que te escuche un poquito. Un beso grande.

Macondo dijo...

Alguien que compra melocotones de Calanda es porque no se conforma con cualquier cosa, así que ármate de paciencia.

Ambar dijo...

A un hombre que te deja hablar de esos temas sin que le entren unas terribles ganas de ir al cuarto de baño hay que ponerle una corona en la cabeza no un melocotonar.
Besos